EL SUEÑO ETERNO

Aquí os dejo con un ejercicio de mi escuela de dibujo (ESDIP), en el que nos hicieron leer un texto para extraer toda la información posible de los personajes que en el aparecian como protagonistas, y de ahí hacer las ilustraciones de dichos personajes, imaginando como serían estos.

El texto es el siguiente:

EL SUEÑO ETERNO

UN HOMBRE MUY TRISTE VAGA POR LA CIUDAD. EN EL BRAZO LLEVA UN BRAZALETE DE LUTO.
-No somos nada, pobre Ceferina.
ENTRA EN UNA FLORISTERÍA.
-Desearía una corona de flores que ponga: "A mi fiel y amante esposa"
DEPENDIENTA: -¿Se la envuelvo para regalo?
EL HOMBRE ENTRA EN UNA TIENDA DE FÉRETROS.
DEPENDIENTE: -...Y este magnífico modelo dispone de hilo musical, tapicería de lujo, ambientador y si lo quiere le regalamos un Doraemon vestido de luto.
-Preferiría algo más sobrio, a mi mujer nunca le ha gustado malgastar.
EL HOMBRE VA POR LA CALLE.
-Y, ahora, el papeleo... Dios está en todas partes, pero la burocracia también...
ENTRA EN UNA OFICINA DE SERVICIOS FÚNEBRES.
-Por favor, ¿Para agilizar el sepelio de mi difunta esposa? FUNCIONARIO: -Planta 12, nicho 3.
EL HOMBRE ESTA EN UNA TIENDA DE LÁPIDAS.
DEPENDIENTE: -¿Qué epitafio desea el señor; quizás, "Murió con el televisor encendido", o mejor aún, "Murió con el
video puesto"?
-No. simplemente su nombre y la fecha...
DEPENDIENTE: -¡Marchando una lápida para el señor!
EL HOMBRE ENTRA EN LA REDACCIÓN DE UN PERIÓDICO.
-¿Por favor, para poner una esquela?
OFICINISTA: -Debería hacer cola. Estamos en temporada alta de defunciones. Diríjase al fondo.
EL HOMBRE ESTÁ EN UNA HABITAClÓN RODEADO DE MUCHA GENTE. AL FONDO, UNA CHICA GRITA...
CHICA: -Está bien, sin pelearse... El 84.
-Soy yo, señorita. Solo quiero que ponga esta nota: "Ceferina Rencillas murió cristianamente con todos los sacramentos administrados".
CHICA: -Se confunde. Ésta es la sección de anuncios de relax, y no admitimos necrofilias. Necrológicas es al lado.
EL HOMBRE ESTÁ EN UNA IGLESIA.
-Desearía una misa de difuntos para mi esposa.
CURA: -El Señor le acoja en su seno. Por cierto, son 100 euros en el acto, en billetes pequeños y sin marcar.
-Lo siento, 50 ahora y el resto cuando acabe el trabajo o no hay trato.
EL HOMBRE REGRESA A SU CASA. SUBE EL PORTAL.
-Ahora ya sólo falta lo principal...
SE VE AL HOMBRE CON UN CUCHILLO EN LA MANO DELANTE DE UN SILLÓN EN EL QUE ESTÁ SU MUJER HACIENDO PUNTO.
CEFERINA: -¡¡Ya era hora!!... ¡¡Tendrás la cena fría... Tu mujer aquí trabajando, mientras tú de pendoneo por ahí... desde luego, no sé cómo te soporto...!!

FIN

Y así es como yo me imagino al Hombre y a su esposa Ceferina: